Fui de paseo con mi abuelita Nena, con mi abuelito Lucho, mis tios y mis papás y hermano. Todos los días yo me despertaba en la mañana y mi mamá me ponía harta ropa, después me miraba mi papá y me ponía más y más ropa. Usé pantys y gorro de lana, además de un chaleco que me hizo mi otra abuelita, y unos polerones...uf! que calor! Pero cuando le decía eso a mi mamá, ella siempre me decía: "si la mamá tiene frio, el Camilo tiene frio". Y yo tuve la tan mala suerte de tener una mamá que siempre tiene frio.
Después salíamos para afuera y siempre ibamos al mismo lugar: una pieza grande llena de mesas y sillas donde había harta gente sentada y comiendo. Ahí yo lo pasé super bien. Cuando llegabamos mi papá me sacaba el gorro de lana y la chaqueta y me ponía mi casco. Entonces me dejaba en el suelo...y yo salía a explorar (ahora viene la bueno). Fui por hartos rincones y mientras gateaba entre las mesas empujando algunos de mis juguetes a veces las personas me miraban y me sonrian. Una vez, detrás de un pilar encontré a una niñita y a su hermano. A ella le gustó el juguete que yo tenía y también le gustó mi casco. Hablamos un poco. Le conté que yo era un motorista, pero que lamentablemente no pude traer mi moto, y que además había venido desde lejos. Después de esta breve conversación yo intenté seguir mi camino entre las mesas; pero a donde yo fui, ella me siguió. Yo doblaba detrás de unas mesas, me sentaba para mirar hacia atras, y... allá venía ella siguiendome. Traté de perderle la pista un rato, porque la chica era muy insistente, quería puro tocar mi brazo, mi mano, mi casco. Pero parece que ella ha entrenado deportes porque era muy veloz y llegó rapidamente a donde yo estaba.
Mi papá siempre anda diciendome a mi y a mi hermano "compartan sus juguetes", asi que me acordé de eso, y ya que ella me había alcanzado, decidí prestarle la argolla roja que yo andaba empujando. Pero cuando se la iba a pasar, en vez de tomarlo, se acercó ¡y... me dio un beso en la boca! Nunca me había pasado eso. Cuando ella hizo eso, al tiro su hermano (que tambien me andaba siguiendo) fue a decirle a mi mamá y a su papá. Gran cosa. Después de eso, todos me decían "mira Camilo, ahí viene tu polola". (Adultos; no saben nada, al tiro quieren formalizar.)
Yo ni siquiera sé el nombre de la chica. Lo que sí, es que después del beso ella y yo nos pusimos a jugar con la argolla y con un libro que yo tenía. Todas las veces que mis papás iban a ese lugar a comer, a mi me ponían en el suelo con mi casco (que creo debe hacerme ver más apuesto) y yo salía a buscar a esta chica. Gateamos por el comedor en varias ocasiones. Pero el último día que estuvimos ahí la ví mientras mis padres tomaban desayuno. Ella estaba sentada en una silla tomando leche, y yo estaba sentado en una silla alta de niños, masticando un pan. Nos miramos desde nuestras mesas, pero ni mis papás me pusieron en el suelo, ni sus papás la dejaron pararse de la mesa para ir a saludarme. Cuando pasé al lado de su mesa en brazos de mi mamá, las dos familias se dijeron "chao-chao", pero ni ella ni yo alcanzamos a decirnos nada. Ah!... Linda chica.
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