viernes, 16 de enero de 2009

Descargos

Esta semana no he escrito nada, es que lamentablemente no he logrado retener ninguna de las frases celebres del Camilo... ¿o será que esta semana no ha dicho ninguna? ... puede ser que sea esto último o que estos han sido unos días en que ha destacado más bien algunas "sacadas de quicio". Aquí relato tres, (inspirada en un post leido en el blog Construyendo Caminos).
  1. Pelea por la comida: "Camilo, cómete la comida". "No quiero". "¿No quieres más?, Bueno, entonces si terminaste de comer te vas a acostar". "Nooo, sí quiero comer." "Ya, entonces sientate y come". "No, no quiero." "No comas entonces. Vamos a acostarte" "No, sí quiero comer", "Entonces, come", "No, no quiero". (ocurrido el jueves 15 a las 20:00 hrs.)

  2. Pelea por un plumón: El Camilo descubrió un lapiz de pizarra blanca, o sea un plumón, de esos de punta gruesa. Y desde que lo descubrió ¡ha pintado todo! Ayer, mientras hablábamos por Skype con la tía Camila, el Camilo rayaba mi escritorio nuevo. Hoy, al despertar en la mañana tomó el lapiz y con él pintó: un mueble de cocina, el refrigerador, (felizmente, ambos lavables)... ¡y mi toalla! (de la cual no salió la mancha). En ese momento me enfurecí tanto que agarré el lapiz y lo boté a la basura. Hoy en la noche descubrí que el Camilo había recogido el plumón de la basura y lo había escondido entre las cosas del Pablo. ¡Que pillo! (ocurrido entre el jueves 15 y el viernes 16)

  3. Bañando a Gaspar: Eran las siete de la tarde y me aprontaba a bañar al Gaspar (de dos meses). El Camilo quería ayudar, por lo tanto le pedí que por favor llenara la tina con agua, tarea que le encantó y lo hizo feliz (jugando con la ducha telefono mientras se llenaba la tina). gaspar bañandosePero al momento de meter al agua al Gaspar, el Camilo quería también ayudar a bañarlo, por lo que con su mano le tiraba agua sobre la guatita de Gaspar. El problema comenzó cuando el agua lanzada no solo le llegaba a la guatita de Gaspar, sino que a los ojos, la cara, luego fuera de la tina, en mi pantalón, en fin. Todo esto porque el Camilo quería "hacer olitas". Fue un momento en que si no hubiera tenido las dos manos sujetando a Gasparín adentro de la tina, hubiera estrangulado al Camilo (en figurativo... aunque quizás no tanto, jejeje) (ocurrido el miércoles 14, 19:00 hrs).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajajaja!!!!
Me hiciste sentir menos sola en estos momentos de renunciar a la maternidad, jajaja!!!!
Parece que Camilo sabe hacer de las suyas, jijiji!!!
Me imagino al pobre Gaspar cerrando los ojitos para que no entre el agua, y tu toalla...
Momentos divertidos con los niños... luego de haberlos superado!
Una amiga una vez me regaló un libro que se llamaba "Cómo sobrevivir a los hijos... o morir en el intento..."
Fabi, de Construyendo Caminos (la que se cayó en el corralito...)