Hoy día me pasó algo totalmente absurdo. Estaba en una batalla campal con el Camilo, intentando que se comiera lo que yo consideraba un rico budin de acelga. A él claramente no le apetecía. Por lo tanto apenas yo aparecí con el plato y lo puse sobre la mesa, el se instaló en el sillón y se negó bajo cualquier circunstancia a pararse e ir a sentarse a la mesa. Lo amenazo con que no vería su pelicula de barney en dos días si es que no iba a comer, por supuesto, esto sin resultados. Asi es que respiro profundo y voy, lo tomo del antebrazo y lo hago pararse y cominar a la mesa, cuando estabamos a punto de llegar, el corrió a esconderse debajo de la mesa, lo intento sacar, él corre detrás de la cortina, lo sigo, él se mete debajo del sillón. En ese momento, lo que pudo haber sido un pseudo-juego de pillarse, de pronto se convierte en que yo me sulfuro y comienzo a enrabiarme.
Y aquí viene lo absurdo.
Lo saco de debajo del sillón, y lo siento sobre el sillón. Y con voz fuerte y enojada le digo:
-"Ya, ahí sentado te vas a quedar. Y te quiero escuchar contar hasta 10."
¿queeee? ¿que estoy diciendo? ¿contar hasta 10? ¿para qué? ¿que culpa tienen las matematicas? y como que me empieza a dar un ataque de risa, que oportunamente reprimo, mientras el Camilo me mira con cara de no entender nada. Y por supuesto, él no cuenta hasta 10.
2 comentarios:
jajjajajaj...y al final comió?...te apuesto a que no....
aquí me pasa lo mismo:lo verde no apetece
Lore b: jajajaja...¡por supuesto que no comió! no hubo caso. La verdad ahora me río, en ese momento estaba enojadísima.
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