En estos días de convalescencia, sus abuelos lo han venido a visitar. Y el Camilo dice:
- "Hola tata viejo".
En otra oportunidad saluda a su papá:
- "Hola papá pelao".
Una de estas mañanas, en que escucho que el Camilo le vuelve a decir "pelao" a su papá, le digo:
- Camilo, no hay que decirle pelado al papá y tampoco hay que decirle viejo a los abuelos.
- ¿Y porqué no mami, si el tata es viejo y el papá es pelao?
- Porque es feo decir esas cosas.
- ¿Mami, y a ti te puedo decir vieja?
¿Que me dicen ustedes, será este arranque de sinceridad producto del golpe en la cabeza?
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