Lo que voy a contar se veía venir. Especialmente a partir del post anterior. Dejamos un rato solos al Camilo y al Gaspar, ambos sobre nuestra cama mientras estabamos abajo en la cocina. De repente se escucha el llanto de Gaspar. Yo volé a la pieza, para encontrarme con lo esperado: Gaspar en el suelo, llorando. Se cayó de la cama. Esto nunca me había pasado (el Camilo nunca se cayó de la cama cuando guagua), por lo tanto quedé totalmente nerviosa. Pero Gaspar lloró un ratito y al rato ya estaba todo risas. Impresionante! ¡Lo que es tener un hijo sin osteogénesis imperfecta! En fin. Lo que ocurrió después es simplemente mucho cariño al Gaspar y recriminaciones mutuas por no haber estado cuidando que no se cayera Gaspar. Pero esto no es lo que quiero contar. Lo que quiero contar es la versión del Camilo de los hechos, siendo además él, el único testigo de la situación. Un buen rato después, cuando ya yo estaba más calmada, Gaspar ya se estaba riendo y todo estaba vuelto a la normalidad, yo le pregunto a Camilo:
- "Camilo, cuéntame, cómo fue que se cayó el Gaspar de la cama".
- "Mami, él estaba acostado en el borde de la cama mirando para abajo, para el suelo. Y contó 1, 2, 3, y se tiró".
(recordemos que Gaspar tiene 9 meses)
1 comentario:
Pobrecito, na-nay. Bueno no se le puede en todo caso objetar el espiritu aventurero a Gaspar de ver que hay mas alla de una cama. y grande la version con suspenso de Camilo.
Saludos,
Camila
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