Pobre Camilo, hoy tuvo mal suerte: se enterró una espina en el dedo, se mordió el labio, y lo peor fue que ¡le cayó caca de pájaro!
Yo me había parado en la entrada de la casa, y estaba llamando al Camilo para que entrara ya que era hora de comer. Cuando el Camilo se acerca a la entrada de la casa escucho un ruido como "suissshhhh", y luego "plop, plop, plop". Y el Camilo me mira asustado, "¿qué pasó?". Miro alrededor y veo en el suelo alrededor de cuatro manchas de caca de pájaro color café. "Pasó un pájaro e hizo caca, parece". "Mamá yo sentí algo en la cabeza". Miro el pelo del Camilo, y efectivamente tiene caca de pájaro, y también tiene en dos partes de la chaqueta que tiene puesta. En ese momento el Camilo se asusta y empieza a llorar.
"Mamá, sácamela!"
"¿Y qué va a pasar?"
"Nada", le digo yo, dicen que es buena suerte."
"¿De verdad?" Y con eso comienza a reírse medio nervioso, entre medio del llanto.
Después de consolar y limpiar. El Camilo me dice: "Mamá me da susto que un pájaro haga caca encima mío".
1 comentario:
como dice el dicho, el miedo no es tonto. ASi que el niño hace bien en temer que le caiga algo de algun pajaro. felicitaciones por el blog
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