El Camilo y el Gaspar estan bañándose en la piscina. En vez de hacer del baño algo tranquilo y apaciguante, se dedican a pillarse, empujarse, botarse, luchar, en el agua. Yo estoy mirándolos, y les digo:
- "Camilo y Gaspar, dejen de jugar a las peleas en el agua".
(paran un rato pero al minuto vuelven a jugar).
- "¡Ya pues, niños, dejen de jugar así en la piscina!"
- "Mamá, si es que estamos jugando a las peleas y a pillarnos", alega el Camilo.
- "Sí veo, pero no quiero que se empujen ni jueguen a las peleas en la piscina".
(paran por un rato, pero a los minutos siguen jugando a correr y pillarase dentro del agua).
- "Camilo y Gaspar, basta ya, no jueguen a las peleas".
- "Mamá, si ahora estamos jugando a pillarnos para abrazarnos y darnos besos".
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