lunes, 6 de noviembre de 2006

Mi primera noche afuera

El sábado ocurrió una situación nunca antes pensada: Alojé fuera de mi casa.

La verdad es que yo sentía que algo estaba raro el día Sabado. Mi mamá andaba nerviosa y todos andaba un poco más acelerados que lo normal. Y de repente, veo que mi cama, nuevamente queda transformada en un cubito que suben al auto junto a dos bolsos para mi. Nos subimos al auto y llegamos donde mi abuelita (aquí en la foto). Pero mis papás en vez de sentarse a conversar con ella comenzaron a decirle que yo a tal hora tal cosa, a tal hora tal otra, que yo podía llorar, que podía no querer quedarme dormido, que si me despertaba, bla, bla, bla, bla. Despúes de un rato veo que arman mi cama en la pieza de mi abuelita, sacan del bolso muchos pañales y mis dos mamaderas. Y en ese momento me doy cuenta de todo: ¡me voy a quedar con mi abuelita! Ehhh, que rico!!!! Voy a poder jugar con las cajas, explorar el cajon con ollas de la cocina, ir a buscar la plancha que hay allá afuera, ir al lugar de mi tía donde hay un piano que suena... que entretenido! Pero mientras yo pensaba todo eso, escucho que mi mamá le dice a mi papá: vamonos rápido y sin escándalo para que no se ponga a llorar cuando nos vea irnos. ¿de qué estarán hablando, quién se va a poner a llorar cuando se vayan? De repente mi mamá me toma en brazos y me da un beso, y despúes mi papá. Y mi abuelita me dice ¿vamos a dejarlos al ascensor y digamosles chao? Y ahí entiendo todo: me voy a quedar yo solo con mi abuelita, sin mis papás. ¿Sin mis papás....se puede? Acompaño a mi abuelita al ascensor y veo como mi mamá y mi papá se meten adentro del ascensor, mientras yo quedo afuera. Chao-chao-chao, me dicen. ¡Oye, vuelvan!
Miro a mi abuelita, y ella me dice: mañana van a volver. Y entramos a su casa.
Y ahí está: mi escoba nueva. Eeeeeeh! ¡Y las ollas!

Abuelita! Abuelita! ¿te gusta como suenan estas ollas contra el suelo? Abuelita, ¡mira como se abre y cierra esta puerta! ¿Oye, abuelita, porqué estas cajas no caben acá adentro?
Abuelita, quiero pan.

¿Es verdad que voy a dormir contigo? ¿En la misma pieza? Yuuupiiiii. ¡que rico no dormir solito!

Abuelita, son las 7:30, despierta!!
Ya poh, abuelita, vamos a jugar. No, no te duches, apúrate!

Y de repente, escucho que suena el telefono.
"Aló, sí, acá está de lo más bien", dice mi abuelita. "Sí, ningún problema, lo puedo cuidar hasta despúes de almuerzo".

Eeeeeeeh.... ¿seguro que mis papás van a volver a buscarme? Y nuevamente mi abuelita me dice: Sí, te van a venir a buscar.

Ay, que me gusta mi abuelita.

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