Estabamos Rodrigo y yo dándonos un abrazo en la cocina, y el Camilo nos ve. Rodrigo se va, y Camilo me dice:
- Mamá, casémosnos. (Y me abraza fuerte).
Luego en la noche, cuando lo voy a acostar. Le apago la luz, me acerco a darle el beso de buenas noches y me vuelve a decir:
- Mamá, casémosnos. (Y de nuevo me abraza fuerte).
Asi es que Freud tenía razón: el Edipo sí existe.
Solo me queda la duda si es que para él casarse es abrazarse. jijijijiji.
3 comentarios:
SON REDULCES LOS VARONES¡¡¡¡¡¡¡ SON TAN APEGADOS A LAS MAMAS, TENGO UNA NENA, Y ESO LO VEO CON EL PADRE¡¡¡¡
BESITOS
mmm Yo tambien quiero un abrazo - Camilo casate conmigo!!!!
tú nuera te va a odiar!!!! jajajaj
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