Anoche.
Yo estaba acompañando al Camilo y al Gaspar, esperando que se durmieran.
Ambos estaban ambos acostados, la luz apagada, y yo llevaba probablemente unos cuatro o cinco minutos sentada al lado de la cuna del Gaspar, esperando que se durmiera. El Camilo ya estaba empezando a quedarse dormido.
Suena el timbre.
Se escucha que Rodrigo abre la puerta y empieza a conversar.
Estos ruidos sacan al Gaspar del sopor previo a dormirse, y se para en su cuna y comienza a hacer ruidos típicos de él:
- Aaaaaaaaa, aaaah, aaaaaaaahhhh, aa, aa.
Yo lo tomo y lo vuelvo a acostar en su cuna.
- Gaspar, duermete, le digo.
- Aaaa, aaaaah, sigue él.
En eso, el Camilo con voz somnolienta alega:
- Mamá, cuándo el Gaspar hace preguntas no me deja dormir.
1 comentario:
Buenisimos los 3 ultimos post. las ocurrencias de camilo me fascinan. sobretodo lo dicho en el limbo entre estar despierto y dormido.
Muchos carinos y cuidado con las aranas!
Camila
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