La semana pasada estuvimos invadidos por gigantes en Santiago. Vino de visita la Pequeña Gigante y su tío Escafandra. Es una "obra de teatro callejera" de la compañia francesa Royal Deluxe que ha venido por segunda vez a Chile. En ambas ocasiones la hemos ido a ver.
Traigo esto a colación ya que pese a que ya ha pasado una semana desde el evento, el Camilo sigue recordandolo. Y lo peor es que sigue asustado. Con esto me doy cuenta lo fragil que es la diferencia entre realidad y fantasia en los niños chicos. El Camilo de verdad cree que son gigantes, y aunque uno le diga que es una "muñeca gigante", esto sigue siendo igual de aterrador. La cosa es que ahora de vez en vez el Camilo dice cosas como "uy! pensé que era la pequeña gigante!", y lo peor de todo es que no se atreve más a andar solo, (ni siquiera dentro de la casa!) por si acaso estos muñecos se les ocurre caminar cerca de donde estamos nosotros. No ha habido caso de convercerlo de lo contrario. Pero pese a todo, ha sido una experiencia y una historia que el Camilo ha disfrutado y le ha interesado mucho.
Hay dos partes de la historia, eso si, que el Camilo no acaba de entender:
- "Mamá, ¿porque la pequeña gigante es pequeña y gigante?"
- "¿Porqué el tio se llama Escafandra y no Escafandro?"
Acá pueden leer las impresiones del camilo de la primera vez que vino la pequeña gigante.
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