Hoy les mostré al Camilo y al Gaspar los chanchitos de tierra. Como a todo niño, les encantaron. Entonces el Camilo me preguntó:
- ¿Puedo tenerlos como mascota?
- Sí, claro, le dije yo.
Y le di un balde chico donde él y Gaspar fueron poniendo chanchitos.
- Camilo, también tienes que poner tierra y algunas hojitas y piedras para armen su casita.
El Camilo y el Gaspar estuvieron un rato armando la "casita" de los chanchitos de tierra. Y de repente el Camilo me pregunta:
- Mamá, ¿tu crees que serán felices acá?
3 comentarios:
Me encanta tu blog, es realmente genial ^^!
Gracias José por tu comentario.
Y quería contarles, que hoy, dos días después, amanecieron todos los chanchitos de tierra muertos.
Parece que no eran felices. snif.
ooh ! q tenura te invito a que leas el mio. http://viviendoporelproposito.blogspot.com/
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