Estamos todos esperando. Yo obviamente estoy esperando. Y el Camilo, también está ansiosamente esperando. Todos los días me toca la guata y me dice "Mamá, ¿cuando va a salir mi hermanito?". Antes yo le respondía "Va a salir cuando haga calor". Pero la verdad es que por lo menos acá en Santiago, ya estamos teniendo bastante calor... y todavía no nace. Asi es que ahora las respuestas van en la linea de la sinceridad absoluta del tipo: "No sé, en dos o tres semanas más" o "todavía está muy chiquitito y tiene que crecer más en la guatita".
Y uno de estos días, el Camilo va y me dice "a mi me gusta nacer cuando hace frío". "Sí, le digo yo, tu naciste en Abril y hacía frío porque era invierno". Pero después me he quedado pensando, ¿cómo supo? ¿se acordará, o habrá sido solo una frase para marcar la diferencia con su hermano? ¿el inconciente existe?
Bueno, y si hay algo que al Camilo le gusta hacer es poner sus dos manos en cada extremo de mi gran guata y luego al alejarlas de mi guata mostrarme: "Así de este porte es mi hermanito". Y además es taaaan rico, porque se acerca y me da besos en la guata y abraza a su hermano y todo. Una vez, después de darle besos a mi guata, me mira y me dice: "Mamá mi hermanito no quiere darme un beso".
Todo lo anterior es la parte positiva de la espera. Pero este tiempo también ha generado sentimientos negativos, en todos. Personalmente, yo ya estoy agotada de los pies hinchados, la espalda curva que me impide sentarme comodamente, los kilos de más que se han distribuido homogeneamente por todo mi cuerpo, las noches de insomnio, y los miles de pensamientos y dudas que me asaltan acerca de cómo acabará (o empezará) todo esto.
Pero el Camilo es un poco más explícito que yo para expresar sus dudas y ansiedades. Y anda... ¡un insoportable!, a veces. Se enoja fácilmente por casi todo, quiere siempre hacer lo que él quiere, cuando se enoja tira o patea las cosas, anda diciendo "garabatos" del tipo "feo, pesado, poto", y anda demasiado mandón. Pero además, conmigo, a cada rato quiere jugar a que él es una guaguita, me pide que lo tome en brazos, se pone a hablar como aga-ga-ga, y anda con una mamitis terrible.
Así están las cosas. ¡Que increible todo lo que genera un ser de 2 kilos y medio, y que es invisible a la vista! No nos queda más que seguir esperando y teniendonos paciencia entre todos.
2 comentarios:
prueba
‘A cualquier dolencia es remedio la paciencia’ parece ser lo indicado a prescribir para estos dias Lori. Aun cuando debo decir que si tu miras tu propio blog veras un monito a la derecha que dice que aun te quedan 20 dias de espera antes de la llegada de mi sobrino. Repito, 20 dias, es decir mas de dos semanas, casi medio mes. Entonces, por que estar esperando con inminencia la llegada del hermanito a semanas de su arribo? No es que yo quiera deprimirte pero es que creo es mejor relajarse y disfrutar estar con pre-natal, que los dias estan mas calurosos, que camilo anda cariñoso y distraerse por que como dirian por aca ‘a watched kettle never boils’
Paciencia para madre y hijo!
Besos y abrazos
Camila
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