Heme aquí trascribiendo dos conversaciones que ocurrieron con el Camilo en un lapso no más allá de 24 horas.
Camilo ha vuelto de su jardín infantil usando una ropa totalmente distinta a la que él usaba cuando salió de la casa. Esto es así ya que en el jardín les piden que lleven una muda completa de ropa, por si acaso el niño se moja, y así se pueda cambiar. Y el Camilo, que le gusta mucho jugar con agua, suele mojarse la polera. Pero en esta ocasión, no sólo venía con la polera cambiada, también con los pantalones y los calcetines cambiados.
- "Camilo, qué te pasó, ¿con qué te mojaste en el jardín?"
- (El Camilo me mira con cara de culpable y me dice): "¿Te dijo la Carmen Gloria?" (Carmen Gloria es la profesora).
- "No, no me dijo la Carmen Gloria." "¿Con que te mojaste?"
- "Es que había un río, con mucha agua, y vino una ola muy grande, y me mojó".
-"Camilo, en tu jardín no hay ríos ni olas".
- "Sí, mamá, vino una ola grande y me mojó."
(No hubo caso de sacar otra versión de los acontecimientos).
Al día siguiente, ocurre el siguiente dialogo.
El Camilo está jugando con un telefono de juguete. Está haciendo como que habla con su abuelita Nena.
- "Ya, sí, Nené, tu vienes, ya Nené". Me mira y me dice: "Es la Nené." Y sigue "hablando" con ella por su telefono de juguete. Yo por participar en su juego, le digo:
- "Camilo, dile a la Nené que yo la llamo después porque ahora estoy dándole pecho al Gaspar." El Camilo para su conversacion fantaseada, me mira y me dice:
- "Mamá, este teléfono es de juego." Y luego sigue "conversando".
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